El 26 de abril de 1986, una explosión en la planta de energía nuclear de Chernobyl, en lo que entonces era la Unión Soviética, desembocó en una nube de partículas radiactivas que se extendió por distintas partes de Europa.
El desastre ha pasado a la historia como el peor accidente nuclear del mundo.
31 personas murieron en la explosión, y las zonas que rodean la planta se contaminaron de forma permanente. Ahora se consideran algunas de las áreas más contaminadas del planeta.
Como resultado del desastre de Chernobyl, se estableció una zona de exclusión en 1986 dentro de un radio de 30 km de la central eléctrica, y el acceso al área se mantuvo muy restringido durante casi 30 años.
Solo quedan unos pocos vecinos viviendo en la zona…y hay una vegetación abundante, gracias a la ausencia de humanos.
Pero en los últimos años, el lugar se ha convertido también en un punto de acceso para turistas que buscan conocer de primera mano la zona de exclusión y lo que queda de las ciudades abandonadas allí.
La primera ola de turismo se inició sobre el 2011, que es cuando el área se abrió por primera vez a los turistas que realizan visitas con un guía autorizado. Sin embargo, el gobierno ucraniano advirtió en ese momento que la seguridad de los visitantes no estaba garantizada.
Con todo, en julio de 2019, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, anunció que el sitio se convertiría en una atracción turística oficial. Dijo que el área sufriría algunos cambios que la harían más atractiva para los visitantes, como el llamado «corredor verde» que ofrecería una mayor seguridad a la entrada de la zona de exclusión.
«Hasta ahora, Chernobyl era una parte negativa de la marca de Ucrania», dijo Zelensky al firmar el decreto en julio de 2019. «Es hora de cambiarlo».