El pasado 19 de noviembre, Salma Hayek develó finalmente su estrella en el icónico “Paseo de la Fama” de Hollywood, en Los Ángeles. Acompañada por su esposo y su hija, por el actor Adam Sandler, por Chloé Zhao directora de “Eternals”, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, la mexicana pasó a formar parte de la lista de celebridades latinas en recibir este reconocimiento.
Salma Hayek aprovechó el momento para recordar a todos sus fans y a las personas que siempre creyeron en ella y le dieron valor para continuar con sus sueños y poder alcanzar un lugar en el competitivo mundo del cine estadounidense.
Fiel a su estilo y cobijada por sus fans, Salma se presentó con un vestido negro con un gran escote y aplicaciones de joyería.
En su discurso, la actriz mexicana recordó una historia que ocurrió en el Hollywood Boulevard, donde hoy está su estrella:
“Recuerdo haber ido al cine y alguien pateó mi silla y dijo: ‘mexicana, no te sientes frente a mí, regresa a tu país’; Recuerdo haber estado parada en una fila para comprar café cuando alguien me jaló del brazo y me sacó de la fila diciendo ‘no haré fila detrás de una mexicana; Recuerdo a los estudios diciéndome muchas veces, por qué no regresas a hacer telenovelas, nunca encontrarás un trabajo aquí. Ellos me querían en mi país, pero yo me quedé”…“Encuentren algo que amar, porque una de las razones por las que me quedé, fue por amor al cine. Todos estamos hechos de polvo de estrellas, así que todos somos estrellas”, dijo Salma Hayek emotivamente a su público.